RETO DIA 73
Día 73 —
Poniendo
Primero a los Demás
En Agosto de 1914, poco
antes del inicio de la Primera Guerra Mundial, el explorador Británico Sir
Earnest Shackleton y un grupo de 27 hombres zarparon desde Inglaterra en el
buque HMS Endurance. Su misión era la de viajar
hasta la Antártida y ser los primeros en cruzar el continente.
A pesar de tener un plan
muy meticuloso con el que se prepararon para la expedición, antes de que los
hombres pudieran llegar a su destino, el buque quedó completamente encerrado en
las aguas congeladas de la Antártida muy cerca de la Isla Elefante, manteniendo
así a Shackleton y a su equipo cautivos en una prisión helada durante casi dos
años. Lo que es sorprendente es que aunque el hielo eventualmente destruyó y
hundió el barco, no perdieron a un solo miembro del equipo.
Es más, casi todo acerca de
esta extraordinaria expedición es sorprendente. Cerca del final de su terrible
vivencia de 22-meses, Shackleton y cinco de los miembros de su tripulación,
incluyendo a Frank Worsley, el capitán del Endurance,
salieron a bordo de un pequeño barco salvavidas esperando encontrar alguna
estación de ballenas, navegando ochocientas millas en tormentosos mares llenos
de hielo. Diecisiete días más tarde, con el barco con fugas y el timón roto,
los seis hombres finalmente llegaron a la Isla de Georgia del Sur, donde
quedándoles tan solo tres días de alimentos y provisiones, Shackleton tomó la
decisión que el, Worsley y Tom Crean,
uno de los tripulantes, cruzarían la isla – una isla que parecía ser imposible
de cruzar debido a sus masivas montañas y glaciares.
Bajo tal presión y a pesar
de las pocas posibilidades, uno podría imaginarse que el temperamento de estos
hombres habría alcanzado el nivel de quiebre. La paciencia y la consideración
no se consideran características que sean utilizadas cuando nos encontramos en
situaciones tanto física como mentalmente extremas, pero para Shackleton y sus
hombres, eran las que estaban a la orden del día. Como escribió después Worsley
en su diario: “Cuando los hombres están tan cansados como lo estábamos
nosotros, los nervios están de punta y es necesario que cada hombre haga un
esfuerzo por no irritar a los demás. En esta marcha nos tratamos los unos a los
otros con mucha más consideración que lo que habríamos hecho bajo
circunstancias normales. Nunca he visto buenos modales aplicados más
cuidadosamente que aquellos días por estos viajeros experimentados al estar en
una situación de aprieto.”
La historia de
supervivencia de la tripulación del Endurance habla
mucho acerca de un comportamiento extraordinario. Especialmente si pensamos
como nos comportamos hoy en día cuando experimentamos algo de presión. En lugar
de mostrar más consideración, frecuentemente mostramos menos. Cuando nos
colocamos en “lugares apretados” es muy posible que nos preocupemos por
nuestras necesidades más que por las de nadie más.
Al enfrentarnos con cosas
malas, la mayoría de nosotros tendemos a responder mal también. El cuidar no
irritar a los demás es para muchos de nosotros, algo lindo que preferiríamos
ignorar. Pero si hemos de tomar algo de la experiencia de la tripulación del Endurance, es
que la clave para nuestra propia supervivencia depende de que hagamos el mayor
esfuerzo por tratar a los que están a nuestro alrededor con consideración y un
cuidado genuino. Todos estamos conectados de muchas más formas de las que nos
imaginamos. Lo que hacemos por los demás, realmente estamos haciendo por
nosotros también.
¿Qué fue lo que permitió
que estos hombres actuaran de esa extraordinaria forma? Muchos historiadores
han escrito que la tripulación del Endurance fue
paciente, flexible y fuerte al enfrentarse con la adversidad. La principal
ventaja de estos hombres, sin embargo, era el extraordinario liderazgo de
Shackleton. Sencillamente, Shackleton siempre se preocupó primero por su
tripulación. Ellos eran para el más importantes que la fama y gloria personal.
Guiaba con el ejemplo.
Como ya lo hemos comentado,
en el libro Dar para Recibir, la Tercera Ley
Estratosférica del Éxito es la Ley de la Influencia que dice “Tu influencia
está determinada por la medida en la que antepones los intereses de los demás a
los tuyos.”
A finales del año 2000, los
alpinistas Reinhold Messner, Stephen Venables y Conrad Ankers trazaron la ruta de Shackleton como parte de su
expedición Nova. Después de experimentar de primera mano las dificultades que
experimentó el grupo pionero, Messner remarcó la importancia del deseo de
Shackleton por ayudar a sus compañeros de viaje: “A diferencia de nosotros,”
dijo Messner, “ellos no tenían idea de las dificultades y el peligro que les
esperaban en esa última parte de su odisea. Shackleton simplemente sabía que
tenía que llevarles ayuda a los 27 hombres que esperaban en condiciones
miserables en el fin del mundo. El auto-rescate de la expedición del Endurance
es una historia de alguien que nació perdedor y que en su peor momento,
logró llevar a sus hombres a casa mostrando la victoria de la resistencia
humana, la administración de riesgos innata y la confianza suprema.”
No hay duda de que
Shackleton y sus hombres eran competentes, resistentes y estaban llenos de un
valor ilimitado. Pero también no hay duda de que el principal factor en su
habilidad para sobrevivir fueron las actitudes de cortesía y la conducta que
mostraron los unos a los otros durante el tiempo de su tortuosa odisea.
Es muy poco posible que
alguno de nosotros lleguemos a encontrarnos atrapados por el hielo en un barco
en la Antártida, pero sí es posible que de vez en cuando nos encontremos
atrapados en “lugares apretados” donde nuestro valor y tenacidad deben de ser
utilizados. Durante estas pruebas, la oportunidad para influir positivamente en
los que están a nuestro alrededor se dará en la forma en la que tratemos a
nuestros “compañeros de viaje”.
Nunca habrá un momento en
el que nuestro deseo por anteponer los intereses de los demás no tenga una
influencia positiva en los que estén a nuestro alrededor. Si dudas esto,
entonces considera las palabras de la historiadora Carolyn Alexander que
escribió en su libro, Atrapados en el Hielo (El Endurance):
“Desde principios de su carrera, Shackleton fue conocido como un líder que pone
a su gente primero. Esto inspiraba una confianza inquebrantable en sus
decisiones, así como una tenaz lealtad
por parte de Frank Wild (en una expedición anterior), quien comenzó la
expedición no siendo un gran admirador de Shackleton, pero registró en su
diario un incidente que cambió su forma de pensar para siempre. Después de una
magra cena, Shackleton a escondidas le dio a Wild una de sus cuatro raciones
diarias de galleta. ‘No creo que nadie más en el mundo podría haber sido más
generoso que esto,’ escribió Wild, subrayando las palabras. ‘Juro por Dios que
nunca olvidaré esto. Miles de libras no podrían haber comprado esa galleta.’”
También es interesante
notar que Wild se registró una segunda vez con Shackleton, siendo uno de los de
la tripulación del Endurance. De acuerdo a la Señorita
Alexander, la lealtad inquebrantable de Wild fue uno de los activos más
valiosos de la expedición.
Shackleton por supuesto no
conocía específicamente la Tercera Ley Estratosférica del Éxito, pero entendía
que el poner las necesidades de los demás antes que las suyas podría cambiar
una falla por un éxito. Y fue esa habilidad innata de entonarse a las necesidades
de los demás y de darles prioridad lo que inspiró la incomparable lealtad de
Frank Wild.
Así como lo entendía
Shackleton, la mejor forma de resolver nuestros problemas es mirando a nuestro
alrededor y encontrando la forma de ayudar a alguien más. Eso no es sólo ser
lindo. Eso es trabajar con la ley universal y cuando
trabajamos con la ley, la ley trabaja
para nosotros.
La Acción del
Día:
- Lee tu Plan de Negocio
para la Prosperidad y las once cosas de tu lista de agradecimientos.
- Toma un momento para
pararte firmemente con un brazo alzado hacia el cielo, el puño firme como
si te estuvieras agarrando de la mano de Dios. Ahora, ya sea verbal o
mentalmente repite "Con Dios como mi Testigo, hoy SOY poderoso, hoy
SOY valiente, hoy SOY fuerte, hoy ESTOY libre de miedos, hoy PROSPERO. Y
VIVO cada momento de este día abrazando mi verdadera naturaleza, SIENDO la
persona que estoy destinada a ser. De hoy en adelante, esta es mi
verdad."
Nota: Si es posible, escribe esta afirmación en una tarjeta que quepa en
tu cartera o en tu bolsa y llévala siempre contigo para que la puedas leer
cuando sientas que dudas o cuando tengas miedo. Y como antes, cada vez que
repitas esta afirmación, repite las palabras con la mayor emoción y sentimiento
posible, dedicándole cuando menos un minuto a imaginar cada aspecto de tu vida
como lo quieres.
- Coloca tu cuota de
dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el
contenedor tres veces. Espera recibir algo en regreso.
- Bendice a todos los
que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este
experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se
rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes
continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.
Lee todas las bendiciones que llegan por correo electrónicos. Tus
bendiciones están haciendo una diferencia. El leer las respuestas te dará
la oportunidad de verlo por ti mismo.
- Lee las peticiones de
algunos de tus compañeros y elige
una o dos. Dedica algo de tiempo cada día, cuando menos durante los
siguientes cuatro días (o más) bendiciendo a las personas involucradas en
esas peticiones. Mándales una pequeña nota cada día, durante esos siete
días, a las personas que hayas elegido avisándoles que los estás cubriendo
de bendiciones y que estás imaginando que todo lo mejor les sucede.
El
Pensamiento del Día:
“El primer paso al liderazgo es a través del servicio.”
— John Maxwell
La Afirmación
del Día:
“Estoy bendecido por ser
una bendición”
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