Hay tanto amor en mi corazón que puedo sanar al mundo
Hace mucho tiempo trabaje con una persona con la que tenia muchos problemas, el coraje de esta persona hacia mi creció, haciendo difícil nuestras reuniones de trabajo y
llegar a acuerdos, mi propia frustración e irritación también creció, llegue a pensar que la única solución seria que yo renunciara a ese trabajo. Pero en lugar de eso decidí bendecir al hombre. Porque mi propio coraje había crecido al punto de que no podía sentir ninguna benevolencia por este hombre , decidí seguir las instrucciones de la hermosa Louise Hay en su libro “Tú puedes sanar tu vida” y visualizar a este hombre de la edad de un niño de 5 o 6 años. En mi mente lo veía así, y con un gesto ceñudo simbolizando la molestia que el sentía por mi, pero cuando lo mire a los ojos pude ver lagrimas asomándose por sus ojos e inmediatamente lo único que quise hacer fue abrazarlo y confortarlo. Después de un minuto o dos de visualizarlo así me imagine a mi misma abrazándolo y haciéndole saber que estaba ahí para ayudarlo y protegerlo. Entonces pude abrazar a este niño, al hombre que se había vuelto y toda la situación en pensamientos de amor y eso me permitió hacer el proceso de bendecirlo. Desde ese día y hasta el día de hoy nunca más volvimos a tener una discusión y nos volvimos amigos. Siempre he creído que era mi decisión bendecir en lugar de maldecir a este hombre.
EJERCICIO Piensa en una persona difícil o alguien que te haya causado problemas en el pasado. Encuentra un lugar tranquilo y tomate unos minutos para calmar tu mente y sentirte conectado con tu espíritu interior. Ahora trae a la persona a tus pensamientos e imagínala como un bebe, alguien de la edad de 3 o 6. Mira profundamente en sus ojos y ve el dolor y las heridas que están ahí. Todo lo que este niño quiere es tu amor y tu compasión. Es todo lo que siempre ha querido. Tómalo en tus brazos y hazle saber cuanto lo amas y te preocupas. Confórtalo y hazle saber que siempre estarás ahí. Hazlo hasta que empieces a sentir que su cuerpo se llena de amor y paz. Ahora envuelve esta imagen mental en amor, ponla en tu corazón e imagina que tu corazón se llena de luz y se expande hasta que toca cada esquina del universo. Siente lo que esta luz de amor hace sentir en tu corazón y date cuenta de la nueva sensación de dulzura que te envuelve. Este niño esta acunado en el centro de todo el amor que tienes. Ahora siente este amor flotando desde tu corazón hacia el individuo que es ahora. Y simplemente di “eres bendecido” y siente como de alguna manera esta persona lo siente y se reconforta por ello. Toma un respiro profundo, deja la imagen y regresa al momento presente. Tu bendición ha sido enviada.
Bendiciones
llegar a acuerdos, mi propia frustración e irritación también creció, llegue a pensar que la única solución seria que yo renunciara a ese trabajo. Pero en lugar de eso decidí bendecir al hombre. Porque mi propio coraje había crecido al punto de que no podía sentir ninguna benevolencia por este hombre , decidí seguir las instrucciones de la hermosa Louise Hay en su libro “Tú puedes sanar tu vida” y visualizar a este hombre de la edad de un niño de 5 o 6 años. En mi mente lo veía así, y con un gesto ceñudo simbolizando la molestia que el sentía por mi, pero cuando lo mire a los ojos pude ver lagrimas asomándose por sus ojos e inmediatamente lo único que quise hacer fue abrazarlo y confortarlo. Después de un minuto o dos de visualizarlo así me imagine a mi misma abrazándolo y haciéndole saber que estaba ahí para ayudarlo y protegerlo. Entonces pude abrazar a este niño, al hombre que se había vuelto y toda la situación en pensamientos de amor y eso me permitió hacer el proceso de bendecirlo. Desde ese día y hasta el día de hoy nunca más volvimos a tener una discusión y nos volvimos amigos. Siempre he creído que era mi decisión bendecir en lugar de maldecir a este hombre.
EJERCICIO Piensa en una persona difícil o alguien que te haya causado problemas en el pasado. Encuentra un lugar tranquilo y tomate unos minutos para calmar tu mente y sentirte conectado con tu espíritu interior. Ahora trae a la persona a tus pensamientos e imagínala como un bebe, alguien de la edad de 3 o 6. Mira profundamente en sus ojos y ve el dolor y las heridas que están ahí. Todo lo que este niño quiere es tu amor y tu compasión. Es todo lo que siempre ha querido. Tómalo en tus brazos y hazle saber cuanto lo amas y te preocupas. Confórtalo y hazle saber que siempre estarás ahí. Hazlo hasta que empieces a sentir que su cuerpo se llena de amor y paz. Ahora envuelve esta imagen mental en amor, ponla en tu corazón e imagina que tu corazón se llena de luz y se expande hasta que toca cada esquina del universo. Siente lo que esta luz de amor hace sentir en tu corazón y date cuenta de la nueva sensación de dulzura que te envuelve. Este niño esta acunado en el centro de todo el amor que tienes. Ahora siente este amor flotando desde tu corazón hacia el individuo que es ahora. Y simplemente di “eres bendecido” y siente como de alguna manera esta persona lo siente y se reconforta por ello. Toma un respiro profundo, deja la imagen y regresa al momento presente. Tu bendición ha sido enviada.
Bendiciones
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