Día 2 Trabajo de esejo

Ejercicio del trabajo del espejo para el día 2
1. Colócate de pie o sentado delante del espejo de tu cuarto de
baño.
2. Mírate a los ojos.
3. Utiliza tu nombre y repite esta afirmación: [Nombre], te amo. Te
amo de todo corazón.
4. Dedica unos minutos para repetirlo dos o tres veces más: Te
amo de todo corazón, [tu nombre].
5. Repite con frecuencia esta afirmación. Quiero que seas capaz de
repetirla al menos 100 veces al día. Sí, lo que has leído bien:
100 veces al día. Sé que parece mucho, pero sinceramente, 100
veces al día no es tan difícil cuando adquieres la práctica.
6. Cada vez que pases por delante de un espejo o te veas reflejado
en alguna parte repite esta afirmación: Te amo de todo corazón,
[tu nombre].
Si te cuesta decirte Te amo, lo más probable es que sea porque te estás
juzgando y estás repitiendo antiguos mensajes negativos. No aumentes tu
malestar juzgándote por juzgarte. Simplemente relájate y comprométete a
repetir la afirmación. Recuerda que te estás comprometiendo con una
afirmación que es cierta. Lo cierto es que cuando nos amamos, no nos
juzgamos.
Es una buena idea tener a mano un pañuelo desechable de papel cuando
hacemos el trabajo del espejo, porque este ejercicio puede remover
nuestras emociones. Muchas veces saca nuestras emociones más profundas. Lo cierto es que puede que hayamos sido muy poco amables
con nosotros mismos. Por este motivo, cuando empezamos a recuperar
nuestro aprecio por nosotros mismos, nos damos cuenta de las actitudes
negativas que hemos acarreado durante mucho tiempo y eso nos provoca
bastante tristeza. Pero de ese modo liberamos la tristeza. Permítete sentir
tus emociones y acéptalas. No las juzgues. El trabajo del espejo es para la
autoestima y la autoaceptación.
Te animo a que practiques el trabajo del espejo en cuanto te levantes
por la mañana. A veces, ése es el momento más difícil del día, porque nos
parece que no es cuando tenemos nuestro mejor aspecto. Sin embargo,
eso no es más que una apreciación personal y el trabajo del espejo
consiste en mirarnos en él sin juzgarnos, y así poder ver quiénes somos
realmente.

El poder está dentro de ti:
Tu ejercicio del diario para el día 2
La vida es muy simple. Lo que damos es lo que recibimos. Escribe en tu
diario las respuestas a las siguientes preguntas:
1. ¿Qué es lo que quieres que no estás consiguiendo?
2. Cuando eras pequeño, ¿cuáles eran tus normas sobre el
merecimiento? ¿Siempre tenías que ganarte el merecimiento?
¿Te quitaban cosas cuando hacías algo mal?
3. ¿Sientes que te mereces vivir? ¿Ser feliz? Si no es así, ¿por qué
no?
Observa tus emociones al responder a estas preguntas. Anótalas en tu
diario.

Tu pensamiento del corazón para el día 2:
Soy merecedor
A veces nos negamos a esforzarnos en crearnos una buena vida porque
creemos que no nos la merecemos. La creencia de que no nos la merecemos puede que se remonte a nuestra más tierna infancia. Puede
que estemos aceptando el concepto u opinión de otra persona que nada
tiene que ver con nuestra realidad.
Merecer algo no tiene nada que ver con ser bueno. Lo que se interpone
en nuestro camino es nuestra falta de voluntad de recibir lo bueno de la
vida. Date permiso para aceptar lo bueno, tanto si crees que te lo mereces
como si no.

Tu meditación para el día 2: Un círculo de amor
Visualízate de pie en un espacio donde te sientas muy seguro. Libera tus
cargas, sufrimientos y temores. Libera tus viejos patrones y adicciones
negativos. Imagina que se van desprendiendo de ti. Visualízate de pie en
tu lugar seguro con los brazos abiertos de par en par y diciendo, Estoy
abierto y receptivo, dispuesto a expresar lo que quieres, no lo que no
quieres. Visualízate como una persona realizada, sana, serena y repleta de
amor.
En este espacio, siente que estás conectado con otras personas del
mundo. Permite que tu amor vaya directo a otros corazones. Cada vez que
tu amor se proyecta hacia afuera, ten la certeza de que volverá a ti
multiplicado. Envía pensamientos reconfortantes a todo el mundo,
consciente de que volverán a ti.
En este planeta podemos vivir en un círculo de odio o en uno de amor y
sanación. Yo elijo estar en un círculo de amor. Me doy cuenta de que todos
queremos las mismas cosas: serenidad, seguridad y expresar nuestra
creatividad de manera que nos sintamos realizados.
Imagina que el mundo se está convirtiendo en un increíble círculo de


amor. ¡Y así es!


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