Trabajo de Espejo Día 6

1. Busca un lugar tranquilo donde te sientas a gusto y nadie te
moleste.
2. Mírate al espejo. Mírate fijamente a los ojos. Si sigues
sintiéndote incómodo haciendo esto, entonces concéntrate en tu
boca o en tu nariz. Habla con tu niño interior. Tu niño interior
quiere crecer y florecer, y necesita amor, aceptación y halagos.
3. Ahora repite estas afirmaciones: Te amo. Te amo y sé que lo
estás haciendo lo mejor que puedes. Eres perfecto tal como
eres. Te apruebo.
4. Quizá tengas que hacer este ejercicio varias veces antes de que
puedas sentir realmente que tu voz interior es menos crítica. Haz
lo que te parezca lo más apropiado.
El poder está dentro de ti:
Tu ejercicio del diario para el día 6
1. Enumera cinco cosas por las que te criticas.
2. Revisa la lista y escribe al lado de cada tema la fecha en la que
empezaste a criticarte por esa cosa en particular. Si no puedes
recordar la fecha exacta, pon una aproximada.
3. ¿Te sorprende ver cuánto tiempo llevas machacándote? Este
hábito de autocrítica no ha producido ningún cambio positivo,
¿verdad? ¡La crítica no funciona! Sólo te ayuda a sentirte mal.
Así que has de estar dispuesto a terminar con esto.
4. Cambia cada una de las cinco razones de crítica de tu lista por
afirmaciones positivas.
5. Lleva encima esa lista. Cuando te des cuenta de que te estás
criticando, saca tu lista de afirmaciones y léelas unas cuantas
veces. Mejor aún, léelas en voz alta delante del espejo.

Tu pensamiento del corazón para el día 6:
Me amo y me acepto exactamente tal como soy
Todos tenemos áreas de nuestra vida en las que nos consideramos
inaceptables y detestables. Si estamos realmente enfadados con algunos
de esos aspectos podemos llegar a maltratarnos a nosotros mismos.
Abusamos del alcohol, las drogas o el tabaco. Comemos en exceso. Nos
maltratamos emocionalmente. Una de las peores cosas que podemos
hacer, que nos perjudica más que nada, es la autocrítica. Hemos de dejar
de criticarnos. Cuando cortamos con la costumbre de autocriticarnos, lo
más increíble es que también dejamos de criticar a los demás. Nos damos
cuenta de que el resto de las personas son un reflejo de nosotros mismos y
que lo que vemos en otro podemos verlo también en nosotros.
Cuando nos quejamos de alguien, en realidad nos estamos quejando de
nosotros mismos. Cuando verdaderamente podemos amar y aceptar lo que
somos, no hay nada de qué quejarse. No podemos hacernos daño a
nosotros mismos ni a otras personas. Prometamos que no vamos a volver
a criticarnos por nada.

Tu meditación para el día 6:
Somos libres para ser nosotros mismos.
Para sentirnos realizados hemos de aceptarnos por completo. Permite que
se abra tu corazón y deja espacio de sobra para tus diferentes aspectos:
aquellos de los que te sientes orgulloso, los que te avergüenzan, los que
rechazas y los que te encantan. Todos juntos forman la persona que eres.
Eres maravilloso. Todos lo somos. Cuando tu corazón rebosa de amor hacia
ti mismo, puedes compartir muchas cosas con los demás.
Ahora deja que este amor impregne la habitación y que se proyecte a
todas las personas que conoces. Sitúa mentalmente a las personas que te
importan en el centro del lugar donde te encuentras en estos momentos,
para que puedan recibir el amor de tu rebosante corazón.
Ahora visualiza al niño que hay en cada una de ellas bailando, saltando a
la comba, gritando, dando volteretas en el aire y haciendo la rueda como
hacen los niños, exultantes de felicidad, manifestando lo mejor del niño
que llevan dentro. Deja que tu niño interior vaya a jugar con los otros
niños. Permítele que baile. Permítele que se sienta seguro y libre. Déjale
ser todo lo que siempre ha deseado ser.
Eres perfecto, íntegro y completo, y todo está bien en tu maravilloso
mundo. ¡Y así es!

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